Page 24 - Karate Vida o Religión
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Sensei Néstor Parreño Karate, vida o religión 23
por debajo de ella. Aquí, la acción se vuelve inconsciente y los movimientos El cerebro siempre toma atajos para que todo lo que hacemos a diario, está
automáticos se ejecutan de manera eficiente y definitivamente sin pensarse, construido sobre rutinas inconscientes, es decir, quiere volvernos expertos en
esto lo aplicaremos a la observación que he realizado estos últimos treinta años todo, como es natural, esa esa acción nos impide ser creativos. Sin desencantar-
en el Karate Kata/Kumite. se, la consciencia solo aporta argumentos para ponerle lógica, de acuerdo con
Los neurofisiólogos modernos sugieren que el cerebro está diseñado para cada individuo, a lo que de manera automática hacen sus pisos inferiores. En
fabricar conexiones válidas entre sus partes para poner a disposición la expe- otras palabras, todo está hecho, lo que pasa es que cada individuo lo interpreta
riencia personal, o lo que llamamos Entrenamientos. de maneras distintas, prueba de ello son los recuerdos: siempre están ahí (los
nuevos y los viejos), pero aparecen solo en la consciencia cuando necesitan darle
Pero el cerebro no está ahí porque sí, de manera permanente, incluso cuando
fuerza a una historia.
la gente duerme, se esfuerza por volver automáticas todas las experiencias y
estímulos que recibe así sean recientes, y los almacena con un solo objetivo: “Por eso, cuando peleamos con la pareja, siempre recordamos las cosas malas
hacerlo más eficiente. Es decir, hacer las cosas más rápido y con menos errores, de esa persona, y cuando se ama, se borra lo malo y prima lo bueno”.
como ocurre con la conducción. Es decir que cuanto más se repita la acción, más
eficiente e inconsciente se vuelve, esta acción debería repetirse con la mejor
técnica posible, entonces así sería la reacción.
Por el contrario, “el que piensa pierde”, dice el viejo adagio y no es nada
equivocado; pensar, razonar, sacar conclusiones, interpretar conscientemente,
son procesos ineficientes para el cerebro en los que se requiere mucha energía, al
punto que cuando se piensa demasiado, no se puede hacer otra cosa. Por
ejemplo, una pena o dolor se vuelve consciente, sale del sótano cerebral, donde
es apenas una reacción, y se ubica en la corteza para convertirse en una emoción
con miles de interpretaciones que no dejan que el cerebro se ocupe de otra cosa,
por el mismo camino van los duelos, deudas, dolor físico y abandono; cuando
ocupan la cabeza no se puede hacer otra cosa.
La mayoría de los movimientos que hacemos al día, hasta actividades
complejas como un Arte Marcial como el Karate, se vuelven automáticas, esto
se debe a que acciones como correr, practicar Karate, nadar, salir del cuarto y
apagar la luz –así esté apagada– están regidas por una parte del cerebro acumu-
ladas en un lugar llamado cuerpo estriado, que antes de que se piense ha
ordenado que los músculos se muevan. Por esa razón, uno retira sin pensar el
dedo del fuego o un competidor logra defender o esquivar varios ataques
simultáneos, si las dos acciones se meditaran, las defesan y los ataques seria
realizados fuera de tiempo o demasiado tarde.