Page 25 - Karate Vida o Religión
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Sensei Néstor Parreño  Karate, vida o religión                          23


 por debajo de ella. Aquí, la acción se vuelve inconsciente y los movimientos    El cerebro siempre toma atajos para que todo lo que hacemos a diario, está
 automáticos se ejecutan de manera eficiente y definitivamente sin pensarse,   construido sobre rutinas inconscientes, es decir, quiere volvernos expertos en
 esto lo aplicaremos a la observación que he realizado estos últimos treinta años   todo, como es natural, esa esa acción nos impide ser creativos. Sin desencantar-
 en el Karate Kata/Kumite.  se, la consciencia solo aporta argumentos para ponerle lógica, de acuerdo con

  Los neurofisiólogos modernos sugieren que el cerebro está diseñado para   cada individuo, a lo que de manera automática hacen sus pisos inferiores. En
 fabricar conexiones válidas entre sus partes para poner a disposición la expe-  otras palabras, todo está hecho, lo que pasa es que cada individuo lo interpreta
 riencia personal, o lo que llamamos Entrenamientos.   de maneras distintas, prueba de ello son los recuerdos: siempre están ahí (los
       nuevos y los viejos), pero aparecen solo en la consciencia cuando necesitan darle
 Pero el cerebro no está ahí porque sí, de manera permanente, incluso cuando
       fuerza a una historia.
 la gente duerme, se esfuerza por volver automáticas todas las experiencias y
 estímulos que recibe así sean recientes, y los almacena con un solo objetivo:   “Por eso, cuando peleamos con la pareja, siempre recordamos las cosas malas
 hacerlo más eficiente. Es decir, hacer las cosas más rápido y con menos errores,   de esa persona, y cuando se ama, se borra lo malo y prima lo bueno”.
 como ocurre con la conducción. Es decir que cuanto más se repita la acción, más
 eficiente e inconsciente se vuelve, esta acción debería repetirse con la mejor
 técnica posible, entonces así sería la reacción.
 Por el contrario, “el que piensa pierde”, dice el viejo adagio y no es nada
 equivocado; pensar, razonar, sacar conclusiones, interpretar conscientemente,
 son procesos ineficientes para el cerebro en los que se requiere mucha energía, al
 punto  que  cuando  se  piensa  demasiado,  no  se  puede  hacer  otra  cosa.  Por
 ejemplo, una pena o dolor se vuelve consciente, sale del sótano cerebral, donde
 es apenas una reacción, y se ubica en la corteza para convertirse en una emoción
 con miles de interpretaciones que no dejan que el cerebro se ocupe de otra cosa,
 por el mismo camino van los duelos, deudas, dolor físico y abandono; cuando
 ocupan la cabeza no se puede hacer otra cosa.
 La  mayoría  de  los  movimientos  que  hacemos  al  día,  hasta  actividades
 complejas como un Arte Marcial como el Karate, se vuelven automáticas, esto
 se debe a que acciones como correr, practicar Karate, nadar, salir del cuarto y
 apagar la luz –así esté apagada– están regidas por una parte del cerebro acumu-
 ladas  en  un  lugar  llamado  cuerpo  estriado,  que  antes  de  que  se  piense  ha
 ordenado que los músculos se muevan. Por esa razón, uno retira sin pensar el
 dedo  del  fuego  o  un  competidor  logra  defender  o  esquivar  varios  ataques
 simultáneos, si las dos acciones se meditaran, las defesan y los ataques seria
 realizados fuera de tiempo o demasiado tarde.
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